Por lo general, el congelamiento ocurre durante la noche, ya que la temperatura disminuye más. En caso de una rotura por congelamiento, debemos determinar primero que nada, el sector de tubería que presenta el problema.
Cómo descongelar tuberías de agua:
Ante una rotura por congelamiento, podemos encontrar la zona en cuestión, abriendo los grifos uno por uno. Las tuberías de agua exteriores son las más expuestas a los fríos. Para detectar una rotura se emplea un secador de pelo o estufa, en su defecto, paños calientes. Si se trata de una cañería expuesta, debemos descongelar lentamente para evitar que se inunde la habitación.
En los desagües debemos verter agua caliente hasta que circule. Si descubrimos que hay una rotura cuando se descongela la tubería, debemos cerrar la llave de paso general y dejar vaciar todas las tuberías. Marcaremos el lugar de la rotura y luego llamaremos a un fontanero. Si tenemos una rotura en una tubería, debemos tomar precauciones para la exposición a la corriente eléctrica.
Algunas medidas que podemos tomar para evitar que las tuberías se congelen son: echar sal en los desagües puede ayudar a evitar que estas tuberías lleguen al congelamiento.
Otra medida de prevención que podemos emplear es el vaciado de las tuberías, antes de que la temperatura baje demasiado.
Poseer una póliza de seguros de propietarios de vivienda, ayuda en la protección y cobertura en caso de problemas.
La aislación de las tuberías, principalmente las que se encuentran cerca de las paredes exteriores, es una buena medida contra la congelación. En caso de tener una bomba de agua exterior, debemos aislarla también. Para ello podemos emplear cinta térmica.
No debemos permitir fugas o humedades cerca de las tuberías de agua, para evitar que se congelen sobre ellas. No debemos dejar las mangueras a la intemperie. Los grifos exteriores deben vaciarse. En caso de poseer una piscina o jacuzzi, debemos consultar con el fabricante, para que indique la mejor manera de protegerla.