Para separar la basura en tu casa, divídela en los siguientes grupos:
Orgánicos: Los podemos identificar como aquellos de origen animal y vegetal. Por ejemplo: cáscaras de frutas y verduras, cascarones de huevo, sobrantes de comida, servilletas de papel usadas, residuos de café, bolsitas de té, pasto, hojas, ramas y flores.
Inorgánicos: Bolsas, empaques y envases de plástico, vidrio, papel, cartón y metales; aparatos eléctricos, bolígrafos, productos de cerámica, textiles, utensilios de cocina. Casi todos los residuos inorgánicos se pueden reciclar cuando están libres de materia orgánica.
Los siguientes residuos sólidos deben separarse de forma independiente:
Sanitarios: Papel higiénico, pañuelos faciales, algodón, pañales, toallas sanitarias, condones. Es importante que coloques estos residuos en una bolsa amarrada dentro de los desechos orgánicos.
Especiales: Pilas, focos, electrónicos (radios, teléfonos, teclados, televisiones…) y envases de: pegamento, aceite de motor, aerosoles, cosméticos, tintes y fijadores para el cabello, pintura, entre otros. Colócales por separado en una bolsa de plástico amarrada, junto con los residuos orgánicos.