En la zona sur-austral de Chile se vive cuesta arriba. Las playas, ensenadas, canales y ríos que hipnotizan a los turistas transforman a veces el devenir cotidiano de los lugareños en una virtual carrera con obstáculos.
Muchos de los residentes deben recorrer a diario largas distancias -en aguas alborotadas y a bordo de pequeñas embarcaciones-, para ir a sus lugares de trabajo o estudio.
Lo que para el habitante de la ciudad es apenas una rutina tediosa, en el extremo austral del país puede llegar a convertirse en una tarea de proporciones casi épicas.
Dos tesis
Conforme con lo publicado por El Mercurio de Antofagasta, las travesías cotidianas en la Patagonia estuvieron en el centro de dos tesis desarrolladas por estudiantes del Magíster en Arquitectura Mención Náutico y Marítimo, impartido por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Recientemente, la Comisión Nacional de Acreditación certificó por tres años al programa, que dirige el profesor Boris Ivelic.
Uno de los estudiantes, Egidio Jeria, proyectó una lancha especialmente diseñada para quienes habitan en la zona del fiordo de Comau, ubicado en la Región de Los Lagos.
"Se busca facilitar el desplazamiento de los habitantes del sur, diseñando una embarcación capacitada para adaptar su llegada a bordes de playa e infraestructuras portuarias, para un embarco y desembarco fluido y seguro para los usuarios", se lee en la tesis.
El fácil desplazamiento de pasajeros y carga es posibilitado por una rampa, similar a la de los transbordadores, que se despliega cuando la embarcación está en la orilla.
Mayor velocidad
Uno de los elementos más novedosos de su diseño se relaciona con unas "aletas" que "elevan" a la embarcación cuando se desplaza por el agua, haciéndola más veloz. Los botes de este tipo se denominan genéricamente hidrofoil.
Los transportes marítimos pequeños que navegan en las aguas australes se desplazan a velocidades bajas: cinco kilómetros por hora, en algunos casos.
Con las "aletas" o hidroalas, la nave proyectada por Jeria puede llegar a los 40 km/h.
"Al poseer hidroalas, que quedan sumergidas en el agua, esta lancha se eleva y disminuye la superficie de roce. Esto la hace más rápida y consume menos combustible", explicó el profesor Ivelic.
Una embarcación de este tipo, según el académico, podría ser utilizada en tareas de transporte colectivo, turismo o acuicultura, entre otras actividades de la zona.
Modelo a escala
Para estudiar el desempeño del hidrofoil, se han desarrollado pruebas con un modelo a escala en Valdivia (Región de Los Ríos), Ritoque -cerca de Concón- y en la laguna Sausalito de Viña del Mar (ambos en la Región de Valparaíso). Los encargados del proyecto planean postular a fondos concursables para poder producir la embarcación.
Una fábrica de lanchas de aluminio, una salmonicultora y un municipio de la zona están interesados en sumarse a esta iniciativa.
Fuente: www.aqua.cl