domingo, 17 de julio de 2011

ESTUDIARÁN EFECTOS DE INTERVENCIÓN DE BOSQUE NATIVO EN TORRES DEL PAINE


La investigación de expertos UC se desarrollará en la cuenca del río Serrano. Se determinará el impacto que puede tener la explotación de la zona.
Tiene un bosque nativo inexplorado y una de las aguas más prístinas existentes en el país. Es la cuenca del río Serrano, en la Provincia de Ultima Esperanza, Región de Magallanes. Por el se llega a los fiordos glaciares, desde Puerto Natales

A este lugar llegará un grupo de investigadores de la U. Católica para estudiar el impacto que tendría la eventual explotación del lugar. El trabajo se denomina “Evaluación cuantitativa del efecto de la intervención de bosque nativo en la pérdida de suelos en la cuenca del río Serrano”.

El estudio -que comenzaría en el segundo semestre para extenderse por dos años- lo explica el investigador Carlos Bonilla, profesor Centro de Medio Ambiente de la UC.

“Vamos a tomar muestras de suelo, de la vegetación que exista y luego toda esta información vaciarla en modelos de simulación (para) evaluar distintos escenarios de posibles intervenciones y así poder ver cuáles serían las menos dañinas, las que no tiene efectos, las que sí y dónde se producen. El objetivo es generar herramientas de apoyo a las instituciones para la protección de los recursos en la zona”.
El investigador afirma que a partir de este programa computacional "uno puede simular cien años continuos" de eventuales cambios.

Con él trabajarán los también académicos Gonzalo Pizarro y Pablo Pastén, quienes utilizarán el software WEPP, que puede convertirse en el instrumento principal para evaluar el efecto de la explotación de los recursos forestales en el país, dicen en la casa de estudios.
ECOSISTEMA SENSIBLE
Bonilla señala que la cuenca del río Serrano es un ecosistema "sumamente sensibles. Cuando uno va como turista ve un paisaje verde, pero el crecimiento de esa vegetación es bastante lento, son suelos muy vulnerables, con alto relieve, con muchas pendientes. Entonces, normalmente, lo que sucede es que cuando se remueve toda la cubierta vegetal (por alguna explotación) los suelos quedan expuestos a los efectos erosivos de la lluvia”.
El agua -explica- despega las partículas de suelo y lo arrastra “adelgazandolo” y redundando una menor profundidad. “Con eso tienes menor capacidad de sustentar vegetación y vida”. Y si ese sedimento, materia orgánica, llega a los ríos y “afecta a la vida acuática”, advierte.
“No significa que no se pueda hacer nada o explotar, se pueden hacer cosas, pero hay que identificar, y ese va a ser nuestro principal objetivo, aquellas zonas en las cuales el impacto ambiental de la explotación es mínimo”, afirma el investigador.
Es trabajo que se extenderá por dos años cuenta con el auspicio de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), que llamó a concurso para adjudicar fondos para el proyecto.

por Juan Peña Acevedo – La Tercera.
Foto: Carlos Bonilla